Aquí...

Era de noche. No te iba a ver, pero apareciste. Dijiste que habías esperado tanto. Escalé sobre la montaña oscura de tu espalda. Me sacié desesperado como buscando un dulce entre tus piernas. Por fin se juntaron cemento y piel. Ya era hora. La hora ahora de gritarnos, de jadear, de suspirar. Tantas ganas. El deseo de quedarme contigo allí. Dormido, inventando amaneceres. 

Me escapé, como siempre lo logro. Me buscaste entre aquí y allá. Más en allás que en aquís. 

Me encontraste anoche. Dejé de huirme, de hundir mi cabeza en la almohada. 

Comments

Popular Posts