Sin título

Quemo en tu desierto de sábanas
las cruces que tatuaste
en mi hombro izquierdo.

Desarropo el sol de tu frente
con los callos que me quedan en la mano.
Me bebo el calor de tu cactus
que se derrite cuando das la espalda.

Ruedo por las dunas de tus dientes,
tus colmillos me penetran
como arena enmohecida en mis pestañas

Y te vuelves torbellino de aguas rojas
como las del mar que habitó este hueco
donde ahora sólo hay médanos,
escorpiones y tu polvo.

Porque me arrojo al Levante que te trae
para envolverme en los trapos de tu sed,
de la que no sació el espejismo
de tu arenal baldío y desolado.

Sin diluvio ni arca que me ampare,
me diseco en el oasis de tu cama.

(12-3-2009)

Comments

Popular Posts