Carmen

"Hace tiempo que no doy una bailadita", dijo. Los arcos de sus cejas se abrieron como agallas. La maranta morena, entre rojo y cobre, entre azúcar y pimienta. Dos puntos diminutos, sus ojos. Mirada tigresa que se saborea sus pasos. Se acomodó el chal de rosas y se puso en pie. Larga, flaca, melenuda, de pechos firmes, de pisadas fuertes, de marcadas líneas, cada músculo. Pedazos de piel, páginas escritas que van cambiándose según el viento.
Caminó.
Un paso. Una mano de frente, otra detrás. Dos pasos. Chocan tobillos. Un, dos, tres. Sonrisa felina, roja, insinuante. Un, dos. Vuelta y gira. Un, dos, tres. Giran las manos de dedos largos y finos. Giran los pies en blanco y en negro. Otra vuelta y fin. El toro ya está conquistado.

Comments

Popular Posts