Botones















Desabotonaste mis párpados con la trementina de tu huida
con las tres palabras huecas que resuenan en tu espalda
cuando la das, cuando la otorgas, cuando la prestas,
aún sin saberlo.

Te vas en este viaje a la semilla sin nombre
que se queda sin recuerdos mientras las manecillas se ahogan
como me quedo sin verbos cuando tomas las maletas

Tanto que me gustan, tanto que las odias
pero sin quererlo habitan entre nos
abriéndose y cerrándose como ojales silenciosos
que resguardan los hilos que todavía nos anudan.

Me pregunto si podré surcir el día
en que esas palabras no me agobien
cuando tu aire y tu sangre no se desprendan de mí,
dejando atrás el hueco de tu botón desprendido.

"Algunas cosas duran", dijo Daisy;
como lo hará mi mano resguardando tus suspiros
de brisa sofocante en amaneceres distantes
en otra cama, bajo otro techo, con otra seda.

Tomando y soltando maletas repletas de botones descocidos
que no pesan como el aire, pero que nadie sabe cómo cargar.
Sólo yo, sólo tú.
Solos tú y yo en otro anochecer
cuando estas palabras cavaron nuestra tumba:
tengo que irme.

Comments

Popular Posts